Carta abierta a Felipe Calderón
Señor Calderón, seguramente estará usted muy ocupado e ignorará la presente carta, no me sorprende; represento para usted un simple y aplastable individuo, como los muchos otros a quienes usted arrolló sin temor. Le escribo con motivo del fin de su sexenio, no para felicitarle como muchos psicóticos que han perdido contacto con la realidad lo hacen. El propósito de mi carta será explicarle por qué lo único que deseo darle a usted, son reclamos y al sistema político que usted representa, un escupitajo denigrante. Debo admitir que el término de su mandato no me alegra ni me entristece, estoy convencido de que su sucesor, como su antecesor y usted mismo, seguirá llevando a cabo los mismos crímenes contra la vida, la propiedad y la libertad individual.
Hasta los peores regímenes poseen defensores, y a usted, por increíble que parezca, no le faltan. Quienes le aplauden se olvidan de muchas cosas que quizá sería bueno recordar: puede sonar trillado, pero la narcoguerra es definitivamente un caso difícil de ignorar, hay contenidos en ella un número récord de violaciones a la libertad y un notado desprecio por la vida humana; usted y sus aduladores argumentan lo contrario, quieren engañarnos a todos hablando de la muerte con palabras que evocan vida. Durante su sexenio el Estado ha llevado su papel de niñera a un extremo de enfermedad mental, ninguna madre cuerda habría permitido que cuidara a su retoño un sádico que educa con sangre. ¿Se ha cuestionado si usted o el Estado tienen el derecho o la obligación de educarnos? Quizá piense que sí, pero me temo que está equivocado. El error no es pecado, la violación sistemática de los derechos, sí. No sólo fue un actuar inmoral, ni siquiera puede preciarse de haber sido exitoso en su cometido.
¿Qué derechos tiene usted sobre la vida de quienes viven en este país? Caiga en cuenta, todos y cada uno de las acciones emprendidas por su gobierno dan por hecho que usted y todo el aparato que hace sus órdenes cumplir, son propietarios de la vida de los mexicanos. La política de gobierno, de su mandato y de todos los demás, da por sentado que posee derechos que sólo la propiedad da, sobre la vida y los bienes de quienes habitamos este país. Con dichos actos demuestra una actitud en contra de la propiedad privada y de la libertad. Eso tiene un solo nombre: colectivismo, uno de derecha que promueve intereses mercantilistas.
Ni usted ni su partido han podido engañarnos, jamás han abandonado el fascismo que predicaron sus fundadores; su nombre lo dice todo “Acción Nacional” es decir “Hacer todo lo que México necesite para progresar”. ¡Cuánta soberbia e inmoralidad! , el progreso es un concepto que corresponde sólo a los individuos definir; sólo las personas tienen derecho legitimo a escoger para sí mismo cuáles son las metas por las que lucharán, de dotar de significado. El progreso de México significa que cada mexicano fue libre de perseguir sus metas y que las alcanzó. ¿Permitió durante su sexenio que eso ocurriera?
“Hacer todo lo que México necesite para progresar”, una declaración totalitaria que denota que usted y su partido, como todos los estatistas, están enfermos de aquello que Hayek denominó “Arrogancia fatal”. Dicha frase me deja en claro que con tal de conseguir lo que arbitrariamente llaman progreso, los panistas están dispuestos a atropellar cualquier oposición aunque sea legítima. ¿Le gustaría que acabara yo con su vida y le expoliara gran parte de sus ingresos para financiar algún estúpido ideal? Estoy seguro que no, seguramente valorará usted su vida y recordará los esfuerzos que le ha costado ser propietario (siendo político e hijo de político, no estoy tan seguro del último punto).
Afirmo convencido, que usted es un enemigo de la propiedad privada y por tanto de la libertad. Las acciones de su gobierno son evidencia irrefutable. Es un colectivista burgués, que no siente reparos en: incrementar el expolio legal, en endeudarnos a todos y cada uno de nosotros sin nuestro consentimiento, en usar la violencia para imponernos sus rancios conceptos morales, usar la fuerza del Estado para proteger y beneficiar a sus amigos en detrimento de otros empresarios y ser amigo del monopolio. No me alcanzarían las páginas y las letras para describir todo el daño que ha hecho usted a los individuos que habitamos este país.
Sea un humano objetivo, use su razón contra sus conceptos que están equivocados y que se han robado vidas y pedazos de vida de cada mexicano. Es cierto, usted los aprendió de un sistema establecido antes de su nacimiento, recibió del Estado el adoctrinamiento que le llevó a justificar su inmoral actuar; sin embargo, como ser racional que se precia de ser, tiene la obligación de cuestionar dichos códigos éticos y sistemas políticos, para después practicar una vida de moralidad y respeto por la integridad a los otros individuos que conviven con usted en la sociedad.
No me queda más que decirle hasta luego y esperar no volverlo a encontrar nunca en una posición que le permita seguir cometiendo atropellos. No es nada personal, mi sentir no es particular contra usted, es contra lo que representa la investidura que por seis años poseyó. ¡Que disfrute su vida! Usted no ha encontrado la muerte como aquellos 100,000 a los que su pluma sentenció.
*Las ideas aquí expuestas son sólo mías y no hablo en nombre del Movimiento Libertario de México. Cualquier comentario hacérmelo llegar vía angel.corro@libertarios.info o en twitter: @Liberguarro
Creo que te falto argumentar tu carta, pues solo haces reclamos imprecisos, ya que la llama Guerra contra el narcotrafico no se hizo para parar el trafico de drogas, más bien para proteger la propiedad privada y la seguridad de los individuos que para eso es lo único que esta el estado, (miniarquismo) , ya que los carteles de la drogan comenzaron a atentar contra la paz publica, crear terrorismo dejando cadáveres en plazas publicas, cobrar uso de suelo a los comercios, (usurpación del estado), secuestros, cobro de protección, etc, fue por esto según el mismo Felipe Calderon por lo que se llevo a cabo la guerra contra los carteles, los muertos en su gran mayoría corresponden a luchas entre carteles de la droga y no del ejercito, armada o policía federal.
Demoler lo “menos peor” en el espectro político con posibilidades de ejercer el poder en México, solo contribuye a que se establezcan en el LOS PEORES.
¡Ya estarás contento Corro! ¡Ya tienes a tu “guapo” en el poder! No se te ha quitado la insensatez del “comunista” vulgar (como tu mismo confiesas que ¿eras…?).