Feminismo de libre mercado 101 [primera parte]
Publicado originalmente en el Eastern Economic Journal en verano de 2000. Pueden consultar el original aqui.
El “feminismo”, según dice la estampa pegada en la defensa de mi viejo Buick, “es la radical idea de que las mujeres son personas”. El feminismo no tiene que ser una secta académica descendiente de quemadoras de brassieres (aunque podría decirles que las quemadoras de brassieres tenían un punto). Tampoco tiene que ser un movimiento separatista de lesbianas radicales, por ejemplo, la versión rancia del socialismo.
La gente siempre discute en cuanto a la Definición Esencial de X. Sin importar que si el siglo XX nos ha enseñado algo (está el debate en cuanto a la crítica de la filosofía del siglo XX) es que los significados no están por ahí como piedras que se pueden recoger y ya, sino que son acuerdos sociales, como la definición de palabras como “homínido” o “ingreso”. Aun así, sigue siendo el caso que el recurso retórico más efectivo es evadir a sus oponentes con un Significado Esencial. Ya conocen ese recurso. Si alguien define lo que haces como algo que “no es (esencialmente) economía”, entonces no tendrá que escucharte o contestar a tus objeciones.
Tenemos que oponernos a ese tipo de exclusión falta de razones. Así que, por ahora, dejemos que el feminismo sea esa amplia idea, que surgió como hace dos siglos, de que las mujeres, como los niños y los prisioneros de guerra y los sirvientes, son personas. Es decir, que no son -según se ha pensó por todo el mundo hasta que unos burgueses cristianos a mediados del siglo XVIII empezaron otro acuerdo social- propiedades al servicio de sus amos. Esta amplia definición de feminismo no es excluyente. Deja la pregunta abierta para escuchar y objetar y persuadir, en lugar de contestarlas antes de que se pregunten.
Yo quiero persuadirlos de que el feminismo merece la atención de los economistas, y hasta de los economistas hombres y de los economistas hombres de libre mercado. Las grandes preguntas de una audiencia de economistas escépticos en cuanto al feminismo son dos: “Primero, ¿por qué importaría que las mujeres también sean agentes económicos? ¿Qué no los agentes femeninos toman decisiones igual que los masculinos? Y segundo, ¿por qué importaría que las mujeres sean economistas? ¿Acaso las economistas no ven las derivadas de la misma manera que los economistas?”
El econometrista y economista internacional Ed Leamer me hizo estas preguntas durante una agradable comida con él, Ken Sokoloff y Armen Alchain hace cinco años en el club de docentes de la UCLA. Desde entonces he estado pensando en las posibles respuestas, y cada vez tengo un poco más claro porqué las respuestas que Ed implicaba (No y No, razón por la que no tenemos ninguna necesidad de que haya más mujeres en el ámbito económico ni de una economía feminista) están mal.
¿Cuál es la respuesta correcta a las escépticas preguntas de Ed? En pocas palabras, sí, las mujeres actúan en la economía y en la ciencia como hombres, pero no como para dejar el género fuera. Los agentes económicos de hecho no se comportan de la manera infantil en la que se comporta la maximización de la utilidad; la introducción de la maximización de la utilidad, citando la idea de Albert Hirschman, “complicó” la economía en una manera útil. Los hombres y las mujeres se comportan (casi) de la misma manera en respuesta a las restricciones, pero la maximización de la utilidad no puede reflejar esa manera para muchos problemas por sí sola. Y sí, las economistas ven las derivadas de la misma manera que los economistas. Pero las mujeres no dan por hecho que las derivadas pueden explicar por sí solas el comportamiento económico. De igual forma que los hombres sensibles. Mis respuestas a esta pregunta se pueden resumir de la siguiente manera: las reglas infantiles para el comportamiento económico o científico (la Codicia es Buena, únicamente la maximización de la utilidad importa, ignora la complejidad de la condición humana más allá de la mera prudencia) no son lo que realmente practican los adultos, hombres o mujeres, en la vida o en la ciencia. El feminismo dirige la atención a la práctica de la economía realizada por adultos.
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Los esperamos mañana con la segunda parte de la entrada. Y los invitamos al evento que tendrá lugar esta semana en la Casa del Poeta.
1 respuesta
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